sábado, enero 12, 2008

EMIGRO


El viento ha cambiado de rumbo y la veleta ya se mueve al compás, marcando el sentido del viaje que se antoja corto. Poco tiempo es pasar seis horas en un tren si eso supone el inicio de una nueva etapa que asoma la patita por debajo de la puerta y no muestra trazas de lobo.
Me espera un trabajo en una ciudad que no deja de ser nueva aunque cada vez ansíe más volver. La posibilidad de ampliar la siempre escasa formación (nunca es suficiente cuando de cultura se habla). La actividad frenética que me impide estar quieta un solo instante, que me lleva de la mano en un viaje alucinante por un tiempo que se aprovecha mejor cuanto más horas se tengan ocupadas en las más variadas actividades.
Y Enrique Bunbury se convierte, una vez más, en el bardo de mis emociones. Os queria dejar con una de las canciones que más me gusta del disco que le salió perfecto, El extranjero, pero no se deja coger. En cuanto pueda os la pongo, que merece la pena.
Chicos, me marcho becada a Madrid y todavía no me lo creo. Ahora estaré más lejos de unos y más cerca de otros. Pero os quiero igual.

7 comentarios:

jacarma dijo...

Que te vaya bonito.

krisish dijo...

Seguro que te va genial!!
Un besillo.

Cine Club Fetiche de Benavente dijo...

espero que sigas escribiendo por aquí. vivan las nómadas

bolboreta dijo...

Gracias chicos! En mis dos primeras semanas no me puedo quejar en absoluto.
Ya contaré con más detalle, porque por supuesto que voy a seguir escribiendo (no os libraréis de mí tan fácilmente).
Biquiños de bolboreta madrileña.

Iban Silván dijo...

Emigras, pero sobre todo no actualizas las memorias.
Iban

bolboreta dijo...

Lo sé, lo sé, y me autoflagelo.
En breve habrá novedades.
Muack!

conecTICa dijo...

Qué!!!!!!!????? Has dicho Enrique Bunbury????????? U a U, ahí sí que me has dao fuerte Bolboreta... Ya hablaremos tú y yo largo y tendido, que el Bunbury es mucho Bunbury...