martes, abril 22, 2008

ACOPIO DE MATERIAL

Lo sé, lo sé. Pero a veces ocurre que los días están faltos de horas cuando las noches cuentan con horas de más que tal vez estén de más.

Son varias las películas vistas en este intervalo, por lo que la reseña será breve y conjunta para no agotar las neuronas del personal que tan amablemente me lee.



Cuatro meses, tres semanas, dos días (Cristian Mungiu, 2007). Qué decir de este inmenso film rumano, hecho con pocos medios pero con un potencial tan abrumador que te arruga el alma hasta extremos inimaginables. Que me encantó, que salí echa polvo pero feliz de poder pensar en la sala cinematográfica, una vez más, aunque siempre a pesar de los desafortunados comentarios de los vecinos de atrás. Su director Cristian Mungiu, se arriesga con una historia poco alejada de lo cotidiano, en principio, pero que te va dejando de piedra según se desarrolla. No os perdáis la escena final, aunque la señora de detrás se quedó de una pieza: “Pero, ¿ya?” Os dejo con la intriga.


Lo mejor de mí (Roser Aguilar, 2007). Otra peli triste, qué se le va a hacer, que me gusta sufrir, por lo visto y lo ya comprobado. En este caso es la opera prima de Roser Aguilar y la chica promete. Con un reparto bien medido (grande Marián Álvarez) y un argumento enternecedor, me sentí atrapada desde el primer instante en este cuento de amor que acaba… No voy a ser malvada, sólo os digo que, de nuevo, el final es lo mejor y no porque sea el fin, precisamente. Es una historia de dos pequeña y preciosa que os recomiendo. Por cierto, que creo adivinar una nueva forma de hacer cine en Cataluña. Atentos a los movimientos de cámara y a la luz azulada que baña las escenas; a mí me remiten a Tu vida en 65 minutos (2006), de la también catalana María Ripoll.



Rebobine, por favor (Michel Gondry, 2007).
Por fin, la película cómica que mi emotividad estaba buscando para descansar un poco las glándulas lacrimales de la tristeza y poner a funcionar las de la carcajada. Los que me seguís desde hace tiempo sabéis que Gondry me gusta especialmente gracias a su poderosa imaginación desbordante, pero es que esta vez se supera al conseguir la risa en cada uno de los fotogramas que componen este homenaje al cine y al formato VHS. Por supuesto, ¡Olvídate de mí! (2004) sigue siendo mi peli favorita del cineasta francés, sin embargo, lo he pasado genial viendo a Jack Black en su salsa, junto con Mos Def y un reparto de secundarios de lujo: Mia Farrow, Sigourney Weaver, Danny Glover… No os la perdáis.


Todos estamos invitados (Manuel Gutiérrez Aragón, 2007). Y por último, la cagada del mes. Siento ser tan explícita, pero es que me da hasta pereza hablar de ella. ¡Qué mala, por Dios! Nada más empezar ya estaba pensando en salirme de la sala, con ese inicio marcado por una música hitchcockiana terrible, pero quise aguantar por ver el trabajo de Jaenada, qué más me hubiera valido irme y seguir teniéndole en estima. ¿Y qué decir de Coronado, con su cara de bífidus permanente? Es que si dijésemos que el guión es bueno, la dirección, la música… yo qué sé. Pero es que no hay nada salvable, salvo el fundido en negro que supone el alivio supremo. En serio, no vayáis a verla, de verdad.

Y esto es todo por hoy. Espero poder actualizar en breve, y con la crítica de un film que aguardo ansiosa como agua de Mayo: Lars y una chica de verdad (Craig Gillespie, 2007).

THE END.