lunes, marzo 03, 2008

DÉJA VU (II Parte)


Sí, esa es la sensación que me ha dejado la última peli de Wes Anderson. Tres hermanos marcados por un padre que se va y por la ausencia de una madre (guapísima Angelica), que deciden reunirse en el lugar más espiritual del mundo para intentar una reconciliación fraternal.
Tras un inicio original titulado Hotel Chevalier nos adentramos en el increíble mundo de la India, a través de su colorido, porque en realidad hay poco más allá de esto (y el funeral del crío) que nos contextualice la trama.
Hay que reconocer que tiene algún punto bueno y destacaría la labor de cámara, errante y anticipada a los movimientos de los personajes; incluso las ralentizaciones cuando los personajes corren una y otra vez en pos del tren. Pero poco más hay que reseñar. Esa es la pura verdad. Que me he reído un poco, pero que me habría gustado más llorar, porque eso significaría que el viaje ha servido para algo más que para esbozar en unos pocos apuntes desdibujados la situación de incomunicación y soledad de los tres hermanos que se sienten abandonados a su suerte tras la desaparición paterna.
Tal vez sea el personaje de Peter (Adrien Brody) el que más me haya gustado; incapaz de perdonarse ante la trágica muerte de su padre, asiste a otro accidente, y se redime con el nacimiento de su hijo.
A modo de conclusión, decir que los cameos famosiles no salvan un film que podría ser bueno si ahondase, escarbase más bien, en los abismos internos de los personajes. ¡Ea!, he dicho.